El sábado 21 de mayo tuvo lugar un encuentro en la Casa de la Cultura de Vegadeo entre varias personas participantes en el proyecto EO-Alimenta. Confluimos productoras, consumidoras, comercializadoras, representantes de la administración local y de la Universidad de Santiago de Compostela.
Se habló fundamentalmente de los mercados, piezas fundamentales en el ámbito de la comercialización local, discutiendo sobre algunos problemas detectados en relación con la distribución y oferta de los productos de cercanía, considerando dos hechos importantes que probablemente ya están dirigiendo la evolución/cambio de dichos mercados, o van a hacerlo en un futuro muy próximo. En esta línea se estableció como punto importante, además de evidente, que cuando una persona está produciendo se presenta la imposibilidad real de poder desplazarse para ofrecer el producto. Esta evidencia significa que se hace necesario construir vías (troncos y ramas) alternativas de carácter no excluyente, pero si complementarias y de manera amplia para la ayuda la comercialización.
Los mercados locales siguen siendo la piedra angular y armera del antiguo proceso de venta del producto de cercanía, y no solamente son importantes en esta faceta mercantil, sino que se han convertido en puntos de encuentro, de desarrollo de las relaciones sociales, y en un espacio eminentemente femenino. Sin embargo, este proceso de comercialización que favorece el cultivo de capital social antes referido implica para un futuro no muy lejano, y ciertamente en este presente actual, unos cambios importantes que en muchos casos pueden resultar relativamente complejos como es la (re)adaptación de los horarios para poder llegar a un público más diverso y heterogéneo.
Los mercados no pueden ni deben desaparecer, pero precisan ayudas complementarias en la línea de la ceración de grupos de consumo, ventas “on line”, cestas de compra… todo ello asociado a la presencia y actividad del comercio de la producción local. Por otra parte, la realidad se hace presente, y en este sentido fueron detectadas ciertas amenazas que podríamos conceptualizar en los términos de “mercados contaminados”-mercados parque-temático”. Es decir, en la actualidad y desde hace ya un tiempo, estamos percibiendo un protagonismo quizá excesivo de la oferta de producción no local, realmente de “lejanía”, procedente de lugares situados a miles de kilómetros de distancia, y parece que dicha oferta se ha convertido en el objetivo principal y/o modus vivendi del mercado local. Este hecho debe ser aprovechado para un reforzamiento del mismo mercado, como un aliado o complemento de la importancia y necesidad social que representa, pero evidentemente dirigiendo la luz del faro hacia el producto local. Además del proceso genérico de socialización estas nuevas características asociadas a los mercados de proximidad implican oportunidades/procesos tan importantes como la cohesión y/o inclusión social de determinados colectivos relacionados con la venta ambulante.
El mercado sigue estando y siendo la piedra angular del regalo que significa la producción local para la comunidad, y lógicamente debe ser el protagonista, un protagonista que en el desarrollo de su rol precisa de toda la ayuda posible y necesaria, incluyendo cualquier tipo de acción para fortalecer su conocimiento/funcionamiento (canales “on line”, redes sociales, apoyo decisivo de la administración local, esfuerzos en la investigación, producción y divulgación de conocimientos relacionados…). Lo importante es confeccionar red, y toda herramienta que podamos utilizar para alcanzar con éxito este objetivo es plenamente digna.